La mayoría de nosotros recuerda los cuentos que escuchaba de
niño, como Caperucita Roja o La Cenicienta; hay películas que nadie puede decir que no ha
visto o al menos escuchado de ella, como Titanic
o Lo que el viento se llevó, y con seguridad todos recordamos a ese chico del
colegio que siempre estaba echando un cuento.
StoryTelling:
El arte de contar historias o cuentos ha entrado plenamente al mundo de las redes
sociales y del marketing: y esto es lo
que hoy todos llaman, StoryTelling.
Open English optó
por contar jocosamente el cuento de dos jóvenes que estudian inglés de modo muy distinto, para vender sus productos y servicios, con resultados por demás
exitosos.
Aplicado al
marketing, storytelling es el arte
de contar tu historia, la de tu especialidad, la de tu organización, o de cuál
es su motivación o visión, siempre buscando la empatía con tu público.
La idea en esencia,
es conectar emocionalmente a nuestros clientes, contando historias maravillosas
para marcar la diferencia de nuestro producto.
Marketing y
StoryTelling:
Hoy por hoy, a
muchos consumidores no les interesa el marketing sino lo que les promete y les hace sentir de algún
modo una marca, o el cómo se verán ante los demás, consumiendo esa marca.
Por esta y otras
razones, el marketing, ya sea online u offline, es una actividad viva,
cambiante, que siempre recurre a las emociones de los consumidores en sus
diversas tácticas y estrategias.
El storytelling es el arte de dar forma y
significado a una información simple y rígida, siendo para la publicidad, una
herramienta vital de persuasión, al combinar ideas con emociones en un relato.
El storytelling es lo que permite descosificar
un producto para que hable y cautive.
Errores:
Cuando por error,
se utilizan las Redes Sociales solo para hablar de una marca, con los
argumentos y estrategias tradicionales de venta, la relación con el usuario se
hace aburrida, insípida e inefectiva, y se desperdicia el gran poder
comunicacional de la Internet.
Relatos desde
siempre:
El Storytelling se basa en contar
historias, narrar hechos, hablar con una narrativa elaborada e inteligente pero
muy simple.
Desde los antiguos
hasta nuestros días, los cuentos y las historias tienen sus fieles seguidores, y con la llegada de las Redes Sociales se ha
potenciado, por personas, profesionales y empresas.
Las
historias, independientemente del formato, sea texto, audio o video, desde
siempre han motivado y mantenido vivos los sueños de la gente.
Echar un cuento es
una maravillosa estrategia de marketing
en la que se crea un relato para lograr un objetivo específico, bien sea
informar, motivar, conocer opiniones o acciones, para vender o
simplemente para generar branding.
A partir de
experiencias y anécdotas, El
Storytelling va enganchando a una audiencia, dándole un valor adicional al
contenido publicado, permitiendo plantear diversos temas de forma amena y
diferente.
Si se trabaja para
que una comunidad comparta sus
historias, estrategia que requiere por demás mucho tiempo, la comunicación se hará
más efectiva y duradera, y se estará creando “comunidad” en torno a la marca,
mejorando considerablemente el engagement.
Es muy común ver
que se confunda StoryTelling con hablar exclusivamente sobre los beneficios que
tiene una marca. El StoryTelling
sirve para que se cuenten historias con contenido útil e interesante para una audiencia,
y no se debe confundir con publireportaje o infopublicidad.
Se trata de
despertar la emoción, y el sentimiento, para crear un vínculo lo
más cercano posible con los consumidores que están oyendo tu mensaje en las
Redes Sociales.
El poder de la
Imagen:
En Facebook y Twitter por ejemplo, se puede publicar imágenes y texto en una publicación,
lo que permite contextualizar una imagen dándole una fuerza emocional que tal
vez no tenía, con mayores probabilidades de enganchar a la audiencia.
Las Redes Sociales, son un canal de comunicación directo
y efectivo en el que los usuarios, además de informarse sobre productos y
servicios, comparten dudas, experiencias o comentarios, favoreciendo la bidireccionalidad entre una
organización y su usuarios.
Claves
de una historia efectiva:
Las vivencias
personales son una gran herramienta para lograr engagement: cómo surgió la
empresa, cómo es el día a día… esto permitirá ofrecer una visión más emocional
a los clientes.
Es natural
que como en los cuentos, la gente busque una historia de Cenicientas también
en los negocios.
Objetivo claro:
Cada momento es diferente y se debe crear el cuento
adecuado a dicho momento para lograr dejar una huella emocional en nuestros clientes
o usuarios.
Protagonistas
de la historia:
Un protagonista con nombre y apellido, como el creador
de la marca o un miembro de la
empresa captará más atención de la audiencia, permitiendo a muchos identificarse
más rápidamente o que se vean reflejados en ellos, como el caso del creador de Open English y sus comerciales.
Algunos utilizan la técnica de asociar con héroes de películas o historietas a los
empleados de la empresa, contextualizando así el relato en un tiempo, momento,
personaje determinado.
El Target:
Como en todo se debe fijar un público objetivo, no
todos pensamos y nos comportamos igual o buscamos las mismas cosas. Hay
que analizar, escuchar y estudiar cómo actúan los miembros de nuestras
comunidades en las redes sociales.
Relatos con principio,
nudo y desenlace.:
Una historia con vida propia, ayuda a generar emociones
y a interesar a la audiencia en lo que estás contado.
Es importante llevar un hilo conductor en el relato, y
una estructura clara: presentación del relato y los personajes, los hechos, el
centro de la historia, la resolución de las acciones secundarias, la
conclusión, la moraleja y el fin.
Conoce tu
comunidad y dialoga con ella:
Es vital interesarse de una forma real por conocer a nuestro
público y sus intereses. Si estamos claros en cómo se comportan en el social
media, podremos definir mejor que relato no puede llevar a lograr nuestras metas.
No puedes olvidar que las redes sociales son absolutamente
bidireccionales. Aunque cuentes la historia ellos también pueden participar y
contarnos su propia vivencia. Esto mejorará el engagement y traerá con seguridad más clientes.
Genera
curiosidad:
Siempre es provechoso hacer que nuestros seguidores
quieran saber más, y tengan ganas de volver para saber qué pasa en nuestro relato.
No te limites a
un formato:
No todas las personas usan intensamente el mismo canal de comunicación. Hay personas visuales, hay personas auditivas, y las hay kinestésicas, por tanto es recomendable
usar en la medida de las posibilidades vídeo, música, texto, imágenes o
todas juntas.
Utiliza valores
en el contenido:
Siempre es posible incluir mensajes de valor a través
de lo que relatamos, bien sea a favor del planeta, los animales, las personas especiales,
etc. Esto sirve para mostrar qué es lo que defiende la organización y cuáles
son sus principios, visión o misión.
Cada vez es más difícil
producir contenidos interesantes, susceptibles
de viralizarse, que entretengan y aporten valor y que no sean totalmente publicitarios,
y el vídeo es, el mejor formato para transmitir mensajes a la audiencia.
Generalmente lo
visual genera más impacto y permanece más tiempo en nuestra memoria, por esto
es frecuente oír que una imagen vale más que mil palabras.
Pero el poder de la
palabra no se debe dejar a un lado, pues un texto persuasivo, y bien enfocado a
un cliente específico, puede hacerle sentir protagonista o parte de la historia
de nuestra marca.
La gente no
compra marcas, la gente compra las historias que dichas marcas representan.
En los perfiles de
nuestras redes sociales se podría aplicar StoryTelling
de formas muy simples y básicas como por ejemplo:
1.- Fotos de la Oficina.
2.- Imágenes de clientes usando nuestros productos.
3.- Fotos de cómo eran las cosas antes en la organización.
4.- Fotos de nuestro antes y después.
5.- Fotos de los fundadores.
6.- Fotos de los fans.
7.- Collage de fotos de lo que representa nuestra
marca.
Podemos hacer StoryTelling en Facebook, por ejemplo, en la línea del tiempo, completándola con hechos
destacados de los inicio de la empresa.
Además, en todas
nuestros perfiles sociales profesionales o de la organización deberíamos
incluir de algún modo en la información o biografía, nuestros valores y
personalidad, mostrando quiénes somos y que representamos.
El StoryTelling está en todas partes, y con
toda seguridad trascenderá en el tiempo. Hoy todo está pensado para lo visual y
para que la gente interactúe a través de diversos canales y dispositivos, y pueda
contar y ser audiencia al mismo tiempo.
Ventajas
del StoryTelling:
Mayor conexión:
Con el StoryTelling
podemos crear una conexión emocional con nuestro cliente. Conectar nuestra
audiencia de este modo, tocando su lado emocional, hace sentir a la empresa más
humana y cercana.
Genera confianza:
Al contar una historia no solamente contamos una
realidad de forma distinta, sino que mostramos
aspectos distintos, desde otro punto de vista y de forma más natural generando
confianza en nuestra audiencia.
Crea memoria:
Una historia como tal se recuerda más fácilmente que si escribiéramos unos puntos o
pautas nada más. Además, cuando escuchamos una historia es fácil que se la repliquemos
a otro, produciendo viralidad mas fácilmente.
El StoryTelling permite a la organización comunicar valores de marca y acercarse efectivamente
a su público objetivo.
Es importante destacar
que en el social media se puede cuantificar absolutamente todo lo que ocurre, lo
que permite establecer una serie de datos estadísticos para analizar una
campaña y mejorar la taza de conversiones.
Además, el
StoryTelling permite realizar campañas de Branding en la que los
consumidores cuentan con una plataforma para detallar los valores de la empresa
y permitirles conocer de primera mano todo lo relacionado con sus marcas preferidas.
Si quieres profundizar, te hago una recomendación:
Si quieres profundizar, te hago una recomendación:
¿Y cuál ha sido tu
experiencia a la hora de crear un relato que intente llegar a tu comunidad?
¿qué nos puedes comentar sobre lo que consideras que es hacer StoryTelling?
Saludos amigos,
será hasta una próxima publicación.
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